miércoles, 19 de diciembre de 2012

También hay que jugar y divertirse.

La enseñanza de las matemáticas es apasionante pero también es muy difícil. Sin menosprecio para ninguna disciplina creo que es la materia  donde un profesor es absolutamente imprescindible para aprenderla bien.
Salvo contados genios aquí no hay autodidactas.
La responsabilidad es enorme porque además, todos los que nos dedicamos a este noble oficio lo sabemos, hay un rechazo por una significativa parte de los alumnos hacia ellas, y por si fuera poco gran parte de la sociedad justifica de una u otra manera este rechazo.A esto se une la gran heterogeneidad del alumnado que, afortunadamente, hoy en día está escolarizado hasta los 16 años de forma obligatoria.
Pero eso nos obliga a  enfrentarnos en periodos de 55 minutos 3 veces a la semana a 30 alumnos cada uno con distintas necesidades.
Por eso en estos n-esímos tiempos de cambio de leyes me acuerdo de que hace no tantos años teníamos la asignatura de Taller de Matemáticas.


Se podía plantear como un refuerzo para alumnos con dificultades y así la impartí durante algunos años.
Recuerdo con especial cariño a un alumno que en 2º de ESO le impartía Matemáticas y Taller y que se llamaba Fran.
A Fran le costaban mucho las matemáticas y logró aprobarlas tras repetir dos años, en septiembre y con un "empujoncito", pero en Taller Fran y sus compañeros eran  otros.
Planteé la asignatura como un aprendizaje a través del juego y además los construían ellos mismos de forma artesanal.

Participamos en una feria científica mostrándoles nuestros juegos matemáticos a los escolares de la provincia de Albacete. Estas fotografías pertenecen a ese evento.



 .


Aquí mis chicos y chicas eran casi invencibles y explicaron y enseñaron a jugar con maestría a multitud de jóvenes y adultos que por allí pasaron.
Estoy seguro que aquella experiencia la recordarán la mayoría de ellos pero también estoy seguro que recuerdan los conceptos matemáticos que tenían que utilizar para jugar.
Las matemáticas no solamente se aprenden con tiza y pizarra, con calculadora y ahora con la PDI y el ordenador sino también con el juego.



No estoy diciendo que este sea solamente el método a seguir;  es necesario el trabajo, el esfuerzo y en muchas ocasiones ponerse "serio" pero si defiendo vivamente que estos chicos y chicas aprendieron algo valioso que de otra forma seguramente no hubiesen logrado.
Os dejo con una presentación que recopila en formato digital muchos de esos juegos que confeccionamos y que tanto nos divirtieron para que os animéis y juguéis a ellos durante estas vacaciones.




Os lo debéis de descargar para poder jugar. Si algún juego se os "atasca" presionar en la imagen  con el botón derecho del ratón y darle a "reproducir".

Como además todos sabéis que me encantan estas fiestas aprovecho para enviaros mis mejores deseos para todos los días de 2013 y que seamos solidarios y buena gente. Os dejo la felicitación matemática que he realizado para la S.C.M.P.M.






Con esta entrada participo en la Edición 3.141592653 del Carnaval de Matemáticas cuyo anfitrión es el blog Que no te aburran las M@TES.

2 comentarios:

Miguel - Marketing on line dijo...

Juan no te falta razón. Las capacidades de un profesor en el area matemática para transmitir al alumno las enseñanzas es indispensable.
Una misma materia, practicada por dos profesores distintos con una evaluación idéntica ante un mismo alumno puede variar inmensamente en función de la cualificación del profesor, no sólo en el ámbito matemático sino además a la hora de captar la atención del estudiante.

Pili Peñalver dijo...

Pero no sólo el profesor, sino la metodología del mismo, no es lo mismo enseñar-aprender jugando,que quietos escuchando algo aburrido, no se nos puede olvidar que jugar es aprender. Cuando éramos niños era nuestra forma natural de aprender ¿por qué esto se va cambiando cuando nos hacemos mayores?
Me alegro Juan, que al menos tú lo hayas puesto en práctica. Muchos docentes deberían seguir tus pasos y tomarte como ejemplo.