domingo, 4 de diciembre de 2011

Funcionarios

El jueves pasado, antes de recibir la penúltima alegría por parte de la administración, lei con estupor e  indignación las declaraciones de Artemio Pérez presidente de la Confederación de Empresarios de Albacete (Feda).
Este individuo afirmaba que "...uno se encuentra gente en la administración jugando al futbolín en la cafetería o que vas a un departamento en el que trabajan cuarenta personas y no hay nadie" Para luego justificar la bajada de sueldo a todos los funcionarios.

Individuo Pérez : Algunos empresarios afiliados a su organización han defraudado a hacienda, han explotado a trabajadores y han cometido otro tipo de irregularidades y delitos. ¿Deberíamos los demás ciudadanos pedir la cárcel para todos los empresarios? ¿Acaso deberíamos investigar y perseguir a las organizaciones empresariales como agrupaciones mafiosas?
La respuesta es evidente, no se puede generalizar los comportamientos de colectivos por personas que pertenezcan a él. Hay que tratar cada caso de forma personalizada.
Si usted conoce funcionarios que en sus horas de trabajo juegan al futbolín denúncielo donde corresponda. Si conoce de empresarios que no cumplen con la ley hágalo también.
También echo de menos por parte de los empresarios y de la administración solicitar una mayor inspección fiscal. Si aflorase todo el dinero negro en España otro gallo nos cantaría.


 Soy funcionario. Condición ganada compitiendo en buena lid contra cientos de candidatos.¿Y sabe qué? No me avergüenzo de nada. No debo nada a nadie (sólo a mi familia,amigos, maestros y profesores). No tengo que pedir perdón. No me tocó la lotería. No gané el premio gordo en una tómbola. No me expropiaron una finca. No me nombraron alto cargo, director provincial ni vocal asesor por agitar un carnet político que nunca he tenido.

Ahora se me pide que sea solidario con alguna gente de la construcción o de las finanzas, que en la década prodigiosa del pelotazo,se embolsaban  miles euros sin cotizar por ellos a hacienda. Con algunos sinvergüenzas que montaba una constructora y en connivencia con un par de concejales sin escrúpulos se forraba sin cuento y se paseaban en Audi.
En aquellos años los funcionarios aguantaban y penaban. Nadie se acordaba de ellos. Eran los parias, los que hacían números para cuadrar su hipoteca, hacer la compra en el Carrefour y llegar a fin de mes,porque un nutrido grupo de compatriotas se estaba haciendo de oro inflando el globo de la economía hasta llegar a lo que ahora hemos llegado.



La culpa de la crisis, según gente como el individuo Pérez, es del juez, abogado del estado, inspector de hacienda, administrador civil del estado que, en lugar de dedicarse a la especulación inmobiliaria a toca teja, ha estado cinco o seis años recluido en su habitación, pálido como un vampiro y con menos vida social que una rata de laboratorio, para preparar unas oposiciones monstruosas y de resultado siempre incierto, precedidas,como no podía ser de otra forma, de otros cinco arduos años de carrera. Del profesor que ha sorteado destinos en pueblos que no aparecen en el mapa para meter en vereda a benjamines que hacen lo que quieren porque sus progenitores han abdicado de sus responsabilidades. Del auxiliar administrativo del Estado natural de Valdepeñas y destinado en Madrid que con un sueldo de 1000 euros paga un alquiler mensual de 700 y soporta estoicamente que cualquier otro trabajador de entonces que ganaba 3000 le diga joder, que suerte, funcionario.¿Éramos afortunados cuando nos subían el sueldo por debajo del IPC mientras otros muchos se enriquecían? ¿Quien se acordaba de nosotros?


No me queda más remedio que aguantarme y me consuela saber que mi esfuerzo también beneficiará a gente honrada que lo está pasando mal, pero no soy tan iluso para pensar que cuando las cosas vuelvan a ir bien se nos reconocerá nuestro sacrificio y se nos compensará por ello.

PD este texto es fruto de mi indignación, pero también he cogido algún párrafo de un mensaje que circula por Internet del que no he encontrado el autor, por eso no lo puedo citar.

3 comentarios:

Fernando Blasco dijo...

Juan,

efectivamente es así. Todos los que trabajamos en la administración conocemos funcionarios para los que el rato del café se convierte en una hora. Pero también conocemos autónomos que cuando van a hacer una obra a casa, o pintar, o lo que sea, te preguntan "¿con iva o sin iva?".

Un compañero de carrera me contaba (hace más de 20 años de esto) que al ver la declaración de hacienda de su padre (taxista) al solicitar la beca se sorprendía del poco dinero con el que vivían. Era matemático y echó cuentas: no todo estaba declarado.

Todos los funcionarios docentes adelantamos el dinero (sí, el que tenía que darnos el estado, no para nosotros sino dentro de un proyecto de investigación o un curso de formación) cuando vamos a cursos, congresos o seminarios.

Y otros adelantan el importe de un viaje para ellos y sus alumnos, hasta que se pueda cobrar. Y lo digo con conocimiento de causa.

Ahora no hablo ni de funcionarios ni autónomos, sino de asalariados: las 40 horas laborales a la semana pasaron a la historia. No hay más que ver cómo está la M30 a las 8 de la mañana y a las 8 de la tarde. Las jornadas son de más de 10 horas (y eso que he descontado la hora de la comida). El trabajo "de 9 a 5" simplemente no existe. Ni funcionarios ni asalariados defraudamos impuestos. Directamente se retiene de la nómina. Y nos toca pagar al final el valor añadido.

Malos tiempos.

Anónimo dijo...

El señor Artemio Pérez es un chulo prepotente engraido que no ha conocido lo que es la vergüenza ni la conocerá nunca.
Para empezar el edificio nuevecito y flamante que estrena Feda fue subencionado por la Junta. Qué devuelva lo que costó y tendremos menos agujeros que gentuza como él ha generado.

Anónimo dijo...

Hola, yo también estoy indignado, y estoy totalmente de acuerdo con tu carta a un arrogante y posiblemente defraudador a Hacienda.
Quiero manifestar mi solidaridad con aquellos trabajadores en paro o no, que lo pasan mal, pero tenemos que pensar que funcionarios o no, todos tenemos enemigos comunes --> los de arriba. Y es a ellos a por los que hay que ir y desenmascarar. El resto somos víctimas...